Hoy en día más de la mitad de las personas que ingresan en una residencia padecen un tipo de patología relacionada con problemas neurológicos o algún desorden mental como depresión, demencia, parkinson o infarto cerebral.

Es por ello que en nuestra residencia llevamos a cabo un programa de actividades terapéuticas, lúdicas y socioculturales consistentes en talleres de estimulación cognitivo-sensorial, para retrasar lo máximo posible la evolución de su enfermedad.

En este sentido una de las terapias que más atractivas resultan a nuestros residentes es la que periódicamente llevamos a cabo con perros. En el contexto de una residencia como la nuestra, basada en la atención centrada en la persona, el hecho de que un animal de compañía (como muchos tenemos en casa) como herramienta de estimulación cognitiva y elemento dinamizador de los usuarios, junto con la fidelidad y el amor que estos animales transmiten, es para muchos de nuestros usuarios un  motivo de alegría e ilusión, que les sirve para romper y afrontar la rutina de su día a día.